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Capítulo 68

Todo ha terminado entre nosotros.

Su rostro angustiado seguía apareciendo frente a mis ojos incluso cuando ya había decidido terminar con todo. Lloré desconsoladamente en el asiento de la esquina. Dios decidió tener misericordia de mí porque mi asiento estaba lejos del tío y la tía y no había nadie...