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Prólogo
Conoce al rey
Lobo grande y feroz
Mojarse con la ___ del rey
Ponerse manos a la obra
Acostarse
Convertirse en su reina
El rey y su gran ego
Un desarrollo inesperado
Una sensación eufórica
Encontrando respuestas
El alfa en carne y hueso
Sentimientos encontrados
Cumplimiento del acuerdo
Corazón de piedra
Sueños húmedos
Un mundo completamente nuevo
La reina en acción
Jugando al juego de la negación
En la guarida del vampiro
El maestro de los vampiros
El alfa al rescate
Una jungla de mujeres
Llamando a la puerta de la muerte
Una competencia sana
Mentiras y preocupaciones
Un visitante alado
Algo suave. Algo duro.
El mejor tipo de explosión
La fuente de su perdición
Salida fácil
Un hombre destinado
El banquete de los lobos
El rey estresado
Bailando con los muertos vivientes
Una posición muy, muy dulce
Devolver el favor
Desafío aceptado
Quedarse o no quedarse
Disfrutando del espectáculo
La luna de nieve
El milagro de la vida
Los prados del Báltico
Tomar medidas
La luna en llamas
Perder el control
Hacerse amigo de los faes
Riding the King (sin juego de palabras)
Desarmado por la reina
El lobo feroz me comió
El rey lo prefiere más
Su deseo reprimido
Bendición disfrazada
La reina obediente
Dando protagonismo
Recompensar a la reina
Obtener la D
Diversión junto a la piscina
La emoción es más mortal que la ira
Conociendo al guardián
En busca de la verdad
Cayendo y cayendo rápidamente
Orgías y bebés
Los traviesos miembros de la realeza
Un sorteo inmortal
Un tango peligroso
Haciendo valer su derecho
El rey y su santa moderación
Un momento para el ajuste de cuentas
El corazón de la reina
La marca
Piezas del rompecabezas
La misteriosa Luna
El príncipe desconsolado
Chirridos y gemidos
El choque de reyes
El más alto
De cara a la corte
La verdad indescriptible
El alfa y su luna
Disculpa aceptada
Formando el rompecabezas
Los regalos del rey alfa
Su sorpresa perfecta
Fan obsesionado
El despertar
Una conexión espiritual
Golpeando hasta convertirse en pulpa
La lucha del siglo
Cabeza fuera
La verdadera sacerdotisa
Juntos
Epílogo
Libro 2: La promesa del rey alfa: Prólogo
Libro 2 - La promesa del rey alfa - Capítulo 1
Libro 2 - Capítulo 2
Libro 2 - Capítulo 3
Libro 2 - Capítulo 4
Libro 2 - Capítulo 5
Libro 2 - Capítulo 6
Libro 2 - Capítulo 7
Libro 2 - Capítulo 8
Libro 2 - Capítulo 9
Libro 2 - Capítulo 10
Libro 2 - Capítulo 11
Libro 2 - Capítulo 12
Libro 2 - Capítulo 13
Libro 2 - Capítulo 14
Libro 2 - Capítulo 15
Libro 2 - Capítulo 16
Libro 2 - Capítulo 17
Libro 2 - Capítulo 18
Libro 2 - Capítulo 19
Libro 2 - Capítulo 20
Libro 2 - Capítulo 21
Libro 2 - Capítulo 22
Libro 2 - Capítulo 23
Libro 2- Capítulo 24
Libro 2 - Capítulo 25
Libro 2 - Capítulo 26
Libro 2 - Capítulo 27
Libro 2 - Capítulo 28
Libro 2 - Capítulo 29
Libro 2 - Capítulo 30
Libro 2 - Capítulo 31
Libro 2 - Capítulo 32
Libro 2 - Capítulo 33
Libro 2 - Capítulo 34
Libro 2 - Capítulo 35
Libro 2 - Capítulo 36
Libro 2 - Capítulo 37
Libro 2 - Capítulo 38
Libro 2- Capítulo 39
Libro 2 - Capítulo 40
Libro 2 - Capítulo 41
Libro 2 - Capítulo 42
Libro 2 - Capítulo 43
Libro 2 - Capítulo 44
Libro 2 - Capítulo 45
Libro 2 - Capítulo 46
Libro 2 - Capítulo 47
Libro 2 - Capítulo 48
Libro 2 - Capítulo 49
Libro 2 - Capítulo 50
Libro 2 - Capítulo 51
Libro 2 - Capítulo 52
Libro 2 - Capítulo 53
Libro 2 - Capítulo 54
Libro 2 - Capítulo 55
Libro 2 - Capítulo 56
Libro 2 - Capítulo 57
Libro 2 - Epílogo
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Los prados del Báltico
< Serena >
Los Prados Bálticos.
Me los imaginaba como esos lugares en la Tierra donde la hierba se extendía hasta donde alcanzaba la vista, su flora de una variedad de colores, cielos azules y aire fresco. Cuando llegamos, descubrí que era exactamente como lo había imaginado y más. Mucho más.
En ...