Read with BonusRead with Bonus

Vuelve a casa.

—Niña, sé que estás despierta. Por favor, evita movimientos bruscos. Es por tu propio bien. Tampoco hables mucho; apenas logramos recuperarte —una mujer mayor colocó una mano sobre la de Seth, lo que finalmente la animó a abrir los ojos.

Enfrentarse a ese rostro amable fue refrescante, nada parecid...