Read with BonusRead with Bonus

Treinta y cinco

Caminamos a través de la densa maleza durante lo que parece una eternidad subiendo, y ya empezaba a tener un calambre de tanto andar. Agarrándome a un tronco delgado, lo uso para impulsarme hacia arriba. Thaddeus me pellizca el trasero, que estaba justo a la altura de su cara, haciéndome soltar un g...