Capítulo 6
POV de Eva
Habían pasado semanas desde la última vez que vi a Torey, y mi corazón parecía romperse un poco más con cada día que pasaba. Pero últimamente, sentía que me estaba curando, el dolor seguía ahí, pero la angustia se iba aflojando.
Jason sospechaba lo que había pasado, había intentado sacarme los detalles, pero todo lo que hacía era llorar. Eventualmente, me abrí a él, admitiendo lo que había sucedido y, después de eso, se quedó a mi lado, sin dejarme sola.
Jaxon y Linda estaban preocupados, y sabía que Jason les había contado, Jaxon le había ordenado hacerlo. Agradecía no tener que ser yo quien lo explicara, estaba increíblemente avergonzada y apenada.
Lindsay se turnaba con Jason para ver cómo estaba, nunca me presionó para que dijera nada y prometió que no mencionarían nada a la Manada de la Luna Negra. No revelarían lo que había pasado a nadie más que a nuestro Alfa.
Jason parecía furioso cuando Jaxon le ordenó mantenerse alejado de Torey y su territorio. Jaxon había obligado a Jason a salir a correr, su lobo necesitaba liberar la animosidad y el odio que sentía. Para empeorar las cosas, había notado cambios en mi cuerpo, experimentando síntomas que no tendría normalmente.
Vomitar cada mañana se había convertido en mi rutina los últimos días, incluso el olor y el sabor de ciertos alimentos me revolvían el estómago, o perdía el apetito. Apenas podía sentirme cómoda; mi cuerpo estaba agotado y siempre tenía sueño.
Aunque había estado bebiendo esa noche, recuerdo que no usamos protección. Estúpidamente, no lo pensé, demasiado absorta con mi pareja.
La idea de estar embarazada cruzó por mi mente, así que contacté a Lucy, pidiéndole que me comprara una prueba. Quería saber si el embarazo era la razón de mi malestar, ya que era raro que los hombres lobo se enfermaran.
Me envió un mensaje cuando llegó, tocando a la puerta de mi habitación mientras yo le gritaba que entrara. Entró; fue entonces cuando mi ansiedad realmente se activó.
—Compré tres para estar seguras —me informó, entregándome las tres pruebas de embarazo. Suspiré y le di las gracias, pasándole el dinero.
—Estoy nerviosa, Lucy, no sé qué voy a hacer si estoy embarazada.
—Aún no lo sabes. Si lo estás, lo resolveremos, no te estreses hasta que lo sepas.
—Está bien, tardaré unos minutos —dije, caminando hacia el baño y cerrando la puerta detrás de mí.
Después de leer rápidamente las instrucciones, hice las tres pruebas antes de lavarme las manos. Salí del baño, dejándolas en el lavabo por tres minutos.
Me senté junto a Lucy y le tomé la mano, los tres minutos se sintieron como tres años mientras esperábamos que sonara la alarma. Una vez que lo hizo, respiré hondo, ganando el valor para revisar los resultados.
Positivo.
Me quedé atónita, verlo y pensarlo son dos cosas diferentes. Me pasé las manos por la cara antes de recogerme el cabello en una cola de caballo y mirarme en el espejo.
Esto no puede ser real, esto no puede ser real. Me repetía a mí misma, no queriendo que este fuera el resultado. De repente, sollozé, lo que llamó la atención de Lucy, quien instantáneamente vino a mi lado. Miró los resultados por sí misma antes de volver sus ojos hacia mí.
Pensé que no podía llorar más, pero lo hice. Ella me abrazó, tirándome en un fuerte abrazo antes de llevarme de vuelta a mi habitación donde nos sentamos en la cama.
—Lo que decidas hacer, estaré contigo —me aseguró, su mano sosteniendo la mía.
—No sé qué quiero hacer, nunca esperé estar embarazada y ser rechazada. Tantas ideas inundaban mi mente, tenía opciones, y lo sabía.
Pero una parte de mí quería tenerlo o tenerla, eran el último vínculo que tenía con Torey. Serían mitad de él y mitad de mí, era inesperado, pero mi corazón y mi mente parecían haber tomado la decisión por mí.
—No estás sola, Eva, tienes a todos aquí. Todos te apoyaremos.
—¿Cómo voy a decirle a Jaxon y Linda? Me han apoyado tanto estos últimos años y todo lo que parece que hago es causar problemas. Estaba decepcionada de mí misma por no haber sido cuidadosa, por poner no solo a mí misma sino a todos los demás en esta situación.
—Solo tienes que ser honesta con ellos. Es todo lo que puedes hacer —me aconsejó Lucy, y estuve de acuerdo. No quería cargar con la noticia durante mucho tiempo, quería que saliera a la luz.
Después de hablar un poco más, Lucy se fue a encontrarse con Kelvin. Prometió mantenerlo en secreto hasta que yo le contara a Jaxon y Linda.
Quería hacerlo esta noche, pero no sabía si tendría el valor de hacerlo tan pronto.
Estuve horas contemplando cómo iba a decírselo, cómo iba a decirlo, e imaginando cuáles serían sus reacciones.
Alrededor de las ocho, bajé a la cocina para picar algo. Todos menos yo estaban fuera, Jason había ido a casa de Luke, y Jaxon y Linda tenían una reunión con el Alfa Reed.
El sonido de la puerta principal abriéndose me puso nerviosa, y el golpeteo de los pies entrando al pasillo y bajando a la cocina donde yo estaba. Jaxon y Linda entraron, ambos saludándome con Linda dándome un rápido abrazo.
—¿Puedo hablar con ustedes sobre algo? No sé muy bien cómo decirlo —solté de golpe, observando cómo Jaxon agarraba una botella de agua del refrigerador y Linda se sentaba en el taburete a mi lado.
Necesitaba sacar la conversación del camino, no quería guardar este secreto.
Jaxon se apoyó en el mostrador de la cocina frente a mí. Una ligera arruga apareció en su rostro, su expresión cambiando.
—Claro, Eva, ¿qué pasa?
—Yo, um —suspiré, tomando una respiración profunda—. Estoy embarazada —susurré, con lágrimas acumulándose en las esquinas de mis ojos, aterrorizada por su reacción.
Hubo silencio durante al menos cinco minutos mientras Linda y Jaxon se comunicaban a través de su enlace mental, era obvio por la mirada lejana en sus rostros.
Jaxon parecía sorprendido; asintió con la cabeza por un momento antes de tomar una respiración profunda.
—Oh, cariño, estaremos a tu lado, hagas lo que hagas —dijo Linda, sosteniendo mis manos y apretándolas con fuerza—. Es un gran shock, debo decir —añadió, sus ojos dirigiéndose a Jaxon, quien me miraba fijamente.
—No quiero decepcionarlos a ninguno de los dos, han hecho tanto por mí —comencé, mis emociones una vez más apoderándose de mí—. No puedo creer lo estúpida que fui.
Jaxon salió de su trance y se acercó, tirándome en un abrazo, sus brazos rodeando mis hombros mientras me apoyaba en su hombro.
—Nunca podríamos estar decepcionados de ti; solo estoy preocupado por ti. La situación en la que estás no es fácil, va a ser un camino difícil, pero como dijo Linda, estaremos a tu lado.
Jaxon siempre había sido más reservado; siempre te protegería y sabías que te amaba por la forma en que cuidaba de ti. Era un hombre genuino, él y Linda eran perfectos el uno para el otro. Me recordaba tanto a mis padres y el amor que compartían entre ellos.
—Quiero tener al bebé; realmente no he pensado más allá de eso. Lo descubrí esta mañana, así que mi mente está por todas partes.
—Si eso es lo que quieres, entonces te apoyamos, deberíamos discutirlo todo adecuadamente mañana. ¿Por qué no te vas a la cama y descansas esta noche? —sugirió Linda, dándome un rápido abrazo que devolví con gratitud.
No podría haber estado más agradecida por su apoyo, ya que en cuatro meses daría a luz.
Los embarazos de los hombres lobo eran mucho más cortos que los de los humanos. Con Torey siendo un Alfa, el tiempo se reducía a cuatro meses, mientras que un Beta sería cinco, el Tercero al Mando sería seis y un lobo regular estaría entre siete y ocho.
Como se sugirió, me dirigí a la cama, mi mente llena de preguntas y maravillas. Mañana iba a ser intenso, había muchas decisiones que tomar.
Me preguntaba si quedarme aquí sería lo correcto o viajar al este, a Texas.
La hermana de mi madre vivía allí, había ofrecido llevarme cuando mis padres murieron, pero no quería mudarme, no quería desarraigarme de mis amigos y la escuela.
No podía evitar preguntarme si sería mejor para mí y el bebé ir allí, estar tan cerca de Torey era difícil de por sí. Poner distancia entre nosotros podría ayudarme a seguir adelante, necesitaba hacerlo por el bien de mi hijo no nacido.