Read with BonusRead with Bonus

Las cosas han cambiado

Ava se apartó instintivamente de la ventana. —¡Mierda! Por favor conduce —le gritó al taxista.

El conductor miró frenéticamente a las figuras sombrías que rodeaban su coche. —¿Ves esto? ¿Quiénes son ustedes?

Ava sacó su fajo de billetes arrugados y lo lanzó al asiento delantero vacío. Con suerte...