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Alfa Adam

Creed

Los labios de Odessa eran tan suaves. Todo en ella era delicado. No quería lastimarla, no a mi Cierva. Mi bestia no podía soportar eso. Mantenía mis manos de agarrarla con demasiada fuerza, pero sus movimientos, la forma en que sus manos acariciaban mi cuello, se entrelazaban en mi cabello, m...