Read with BonusRead with Bonus

34. OBSIDIANA: EL DIABLO QUE HAY EN MÍ

—Muéstramelo —exigió.

Mis muros estaban resquebrajándose. Los había construido hace años cuando vi por primera vez lo que mis impulsos sádicos podían lograr. Era un muro que había levantado alrededor de una parte de mí que sabía que el orgullo no aceptaría, no es que realmente me importara lo que p...