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3.

Emma

Estar al fondo de la clase era ideal para mí. ¿Por qué? Para poder sumergirme en mis pensamientos sin ser molestada. Miré a mi alrededor y hice algo que me dijeron que nunca hiciera desde que tenía ocho años. Relajada, abrí mi mente a los estudiantes a mi alrededor y vi las miradas confusas que me dirigían. Incluso vi a algunas chicas susurrando entre ellas y mirándome. Me concentré en ellas y sus pensamientos llegaron a mí como una avalancha. Además de ser una loba rara, descubrí que tengo un don. Esto es algo genuinamente diferente de otros lobos. A medida que me concentraba, los pensamientos de todos se volvían más claros.

«El Alfa Aiden debe estar loco para fijarse en ella. Mira lo flaca y fea que es. ¿Cree que puede convertirse en Luna?»

«Apuesto a que es su juguete. ¿Por qué otra razón mantendrían a una chica sin lobo cerca? ¿No les importa sus posiciones?»

«¡Qué zorra!»

«El Alfa Aiden ha vuelto y ahora ella cree que es la reina. ¡Mírala ahora!»

Tal como pensaba: suposiciones. ¿Por qué no pueden dejarme en paz? Tengo sentimientos fuertes por Aiden, pero sé que no durarán. Él fue mi primer todo y dejarlo ir es abrumador. Mi Aiden. Solté un suspiro pesado mientras cerraba mi conexión con mis compañeros de clase. Su regreso a la manada hizo que un pensamiento que había ignorado por un tiempo volviera al frente de mi mente.

Tengo que aceptar la realidad. Lo que sea que nosotros dos tuvimos o tengamos actualmente nunca será algo serio. No solo lo lastimará a él, sino también a mí.

Ahora estaba en un estado de ánimo muy contemplativo. Vean lo que pasa cuando ignoras cosas importantes. Nuestro profesor de historia entró con una expresión emocionada en su rostro. Aunque usualmente lo hace, esta vez era diferente, y su vibra despertó mi interés en lo que tenía que enseñar hoy.

Me va bien en todas mis clases, pero la historia... es mi amor. El Sr. Thomas escribió en la pizarra «La Familia Real».

Estaba confundida. ¿Por qué estaba revisitando este tema? ¿No se supone que deberíamos estar aprendiendo sobre la situación rebelde siempre presente y los efectos que tenemos en los humanos a lo largo del tiempo?

Todos sabían sobre el Rey Alfa y la Reina Luna. Eran descendientes del primer licántropo o lobo que normalmente llamamos. Solo ellos tienen poder sobre todos los lobos. Se rumoreaba que con cada nueva generación de la línea de sangre real, se otorgaban poderes o dones especiales a cada niño al nacer. La actual familia real no tenía descendencia, lo que significaba que la línea de sangre y el trono estaban a punto de terminar.

—Muy bien. Hoy vamos a dar un paso atrás en nuestra propia historia —dijo, lo que provocó algunos gemidos de desagrado.

—Sé que todos aprendieron esto en el primer año, pero esta es una parte que nadie les contó. Los secretos de la familia real —continuó. La clase estaba zumbando por esa jugosa información. Bien, esto es mucho más interesante. Una mirada más profunda a la familia real es lo mejor para empezar un lunes.

—Hace muchos años, antes de la actual familia real, nacieron dos hermanos en la línea de sangre de los licántropos más poderosos. El Príncipe Malcolm y el Príncipe Lucian. Eran tan diferentes como la noche y el día. Nunca se llevaban bien y a menudo causaban estragos en el castillo.

Malcolm, siendo el mayor, no podía esperar para tomar el control del reino, para probar su fuerza y poder contra los otros reinos, es decir, los reinos de vampiros y humanos. En aquel entonces, todos vivían felices entre sí sin que sus diferencias fueran un obstáculo. Malcolm creía que los licántropos eran los seres más dominantes en la tierra, y además de su mente hambrienta de poder, era egoísta y codicioso.

El entonces reinante Rey Alfa vio este carácter feo y peligroso en su hijo y sabía que eso no era lo que quería para sus descendientes. Lucian era el más joven y compartía el mismo sueño que su padre tenía para el futuro de su raza. Vivir en armonía.

Lucian tenía un corazón amable y ofrecía juicios justos cuando se le daba la oportunidad. Malcolm pensaba que eso era un carácter débil, incluso si la gente amaba a su hermano menor. Eso generó celos en Malcolm.

En su vigésimo quinto cumpleaños, cuando todos los miembros de la realeza debían tomar el trono, la posición de Malcolm fue pasada a su hermano menor, Lucian.

Malcolm estaba furioso, su ira lo cegó tanto que atacó a su padre, matándolo instantáneamente con una mordida en el cuello, rompiéndolo en su furia. Su madre le suplicó que se calmara, siendo la madre amorosa que era. Su ira era tan grande que la arrojó al otro lado de la habitación usando uno de sus dones, la telequinesis.

Lucian pudo salvarse atrapando a su propio hermano en un agujero hundido que creó usando uno de sus dones elementales. Malcolm no tomó esto con amabilidad. Estalló una pelea entre ellos, pero el que tenía la mayor afinidad con sus dones ganó: el Príncipe Lucian. Siendo el alma bondadosa que era, desterró a su hermano al siguiente reino. El reino de los vampiros, donde fue encarcelado por el resto de su vida.

Durante su reinado, Lucian encontró a su compañera, pero su compañera no era una loba ordinaria. Ella era una loba blanca...

Yo, junto con la clase, estaba sorprendida e incrédula. Nadie nos había contado que uno de los miembros de la realeza era una loba blanca. Pensamientos pasaron por mi mente.

¡Espera!

¡No!

Una mera coincidencia. Pensé que era ingenua al pensar que podría estar relacionada con estos miembros de la realeza. Si es así, ¿cómo?

Mis padres no son lobos reales. Son el tercer al mando, macho y hembra, en una pequeña manada reclusa. Vamos, Emma, sé seria. Ser una loba blanca fue un regalo para mis padres de la Diosa de la Luna. Sí, un regalo. Igual que mis hermanos. Todo puede ser explicado. Estoy segura de ello.

—Estar emparejado con una loba blanca te convierte en el alfa más poderoso, se dice que su lobo es un enlace directo con la Diosa de la Luna y comparte su amor por todas las criaturas de la noche. Ella misma tiene poderes únicos, pero combinados con un real o cualquier alfa poderoso la hacen imparable. Lucian y su compañera gobernaron durante mucho tiempo en paz y armonía. De su amor, nació un heredero. Landon, nuestro actual rey. No era un lobo blanco como muchos asumieron que sería, pero heredó los dones de su madre y su padre. Era temido por todos, pero también poseía el buen corazón de su padre.

Durante sus primeros años como joven rey, encontró a su hermosa compañera Arabella, nuestra actual reina. Su unión fue celebrada por muchos... —continuó.

Hizo una pausa y se sentó en su escritorio. Su expresión facial se volvió oscura.

—Hace veinticinco años, más o menos, durante el reinado del Rey Landon, surgió una rebelión entre los vampiros y los humanos. Nadie sabía cómo o por qué surgió, pero se decía que Malcolm fue la causa. El Rey Landon desmintió esos rumores pensando que su tío había muerto después de escuchar sobre su deterioro en la prisión de vampiros. La rebelión trajo consigo una guerra que causó que todos los lazos se rompieran y el odio creciera entre las especies.

Alcanzando una especie de paz después de años de guerra, una nube oscura creció sobre el reino licántropo una vez más... Fueron atacados por renegados liderados por un lobo poderoso que nadie conocía. Se decía que la reina estaba embarazada cuando ocurrió el ataque. Fue forzada a un parto prematuro, pero... —dijo, haciendo una pausa para tomar un respiro profundo.

Nadie había sido informado de esta parte de la historia.

¿Cómo llegó el Sr. Thomas a esta parte oculta? ¿Por qué eligió revelarla a la clase?

—Pero nuestra única esperanza de ver un futuro en la realeza, murió esa noche. Se decía que el lobo que atacó al rey y la reina era su tío Malcolm. Pero simplemente era un rumor, nadie lo creía. La única persona que conoce la verdadera identidad de ese lobo renegado de hace 18 años es el propio Rey Landon —dijo, terminando su historia.

La clase estaba en silencio. ¿Podría ser realmente el Príncipe Malcolm quien atacó al rey? Si eso es cierto, ¿qué pasará con nuestra especie? Ya había cazadores matando a nuestra gente y los vampiros tenían un gran odio contra nosotros, pero nunca atacaron.

Pensamientos pesados nublaron mi mente. Qué manera de empezar un lunes.

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