Read with BonusRead with Bonus

Capítulo treinta y ocho

Eris

Cuando íbamos camino a la tienda de novias, sentía cierta duda. Solo habían pasado dos días desde la pelea en el refugio de los dragones, donde murieron personas. ¿Era siquiera aceptable que nos casáramos ahora? Miré por la ventana la nieve cayendo y suspiré tristemente.

—¿Qué te pasa, qu...