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Capítulo 1090 Era como mirar a un ser querido

—Yo abro la puerta —dijo Alfred, dirigiéndose hacia ella.

—Voy contigo —intervino Samantha, curiosa por saber si realmente era el vecino quien llamaba.

Caminaron juntos hacia la puerta y Samantha miró por la mirilla. Una mujer de unos treinta años estaba afuera.

—Es la vecina de enfrente —dijo Sa...