Read with BonusRead with Bonus

Capítulo 46 ¡No le pongas un dedo encima!

Habían pasado dos días, y aunque Galatea no había vuelto a tener fiebre, seguía inconsciente.

Alaric nunca había encontrado el tiempo tan exasperante ni el miedo tan paralizante.

Estaba aterrorizado de que Galatea nunca despertara o que lo hiciera con amnesia o daño cognitivo. Era una prueba que l...