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Capítulo 905 Una noche de pasión entre adultos

—¡Oye, detente ahí!

Adrián no tenía la intención de alertarlo, pero el acosador lo notó, así que tuvo que salir del coche y darle caza.

Media hora después, Adrián estaba sentado en la sala de Victoria, sosteniendo una taza de café, y preguntó confundido:

—¿Así que ustedes lo sabían todo el tiempo...