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Capítulo 390 Estoy esperando que caigas en mis brazos

Victoria levantó la mirada hacia él.

El largo brazo de Alexander ya bloqueaba la entrada, sus ojos brillantes como estrellas mientras calmadamente sostenía su mirada.

El corazón de Victoria tembló. '¿Puede ser que el conejito que Alexander mencionó sea ella? No, no, no, debe ser el conejo en su hab...