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Capítulo 251 Eres muy dulce

Una de las grandes manos de Judson masajeaba suavemente el pecho de Eula, mientras la otra se deslizaba bajo el borde de su camisa. La piel suave se derretía bajo sus dedos, y la respiración de Judson se volvía más rápida y pesada.

En ese momento, la puerta se abrió de repente.

—Señor Nash... —lla...