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Capítulo 218 Están aquí

Eula no pudo evitar sonreír al escuchar las palabras de su hija.

—Está bien, definitivamente lo apuñalaré.

Hubert estaba tan asustado que sudaba profusamente, su expresión se contorsionaba.

Respirando pesadamente, Hubert mantenía sus ojos fijos en la aguja, temeroso de que pudiera tocarlo.

Eula ...