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Capítulo 135 Su estómago no pudo soportarlo

Amelia se sentó en silencio en el asiento trasero, sin decir una palabra. Notó que Tina había detenido el coche y miraba por la ventana con un toque de confusión en los ojos.

Tina había aparcado el coche frente al Hotel Seaside.

Amelia hizo una pausa y luego volvió su mirada hacia Tina.

—¿Por qué...