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Capítulo 957 Impulsado por la codicia

Ava se sentía mareada. «Alexander, me da vueltas la cabeza. Solo quiero dormir».

Los ojos de Alexander estaban llenos de impotencia y tristeza.

Sabía que ella estaba agotada, tanto física como emocionalmente.

Él acarició suavemente su rostro. —Está bien, duerme. Yo me encargaré de todo.

—Alexand...