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Capítulo 858 Ella estaba herida

El corazón de Alexander estaba hecho un nudo.

—¡Estúpido ladrón, solo toma lo que quieras y deja el resto en paz! —se dijo a sí mismo.

Alguien llamó a la puerta de la habitación del hospital.

El rostro de Alexander se frunció con molestia.

Otro golpe.

Se tiró la manta sobre la cabeza.

La perso...