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Capítulo 727 Los transeúntes ven con claridad

Eason se sentó en el asiento del conductor, esperando en silencio.

Vicky lo miró de reojo. —¿Te importa si te llamo Eason?

—Para nada —respondió Eason con una sonrisa—. Puedes llamarme como quieras, señorita Bennett.

—¿Me llamas señorita Bennett?

—Sí —asintió Eason—. ¿Cómo más debería llamarte?

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