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Capítulo 44 Todo es culpa suya

Con Alexander presente, Ava sentía una necesidad inquebrantable de distraerse.

Alexander le arrebató las cosas de las manos y las tiró a un lado.

—Deja de ser tan sarcástica.

—Solo estoy diciendo la verdad. Pero hablando de eso, ¿no has encontrado también alivio? Enviaste a Isabella al extranjero en...