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CAPÍTULO 91

Gracias, Sarah.

Estoy hirviendo por dentro.

—¿Ella no pensó que debería saberlo? —disimulo apenas el veneno en mi voz. No soporto a este actor desempleado, de cabello rizado y delgado, que vive a costa de mi amiga en nuestra casa. Mi voz es tensa y altiva, y no oculta en absoluto mi desagrado.

—¿Por...