Read with BonusRead with Bonus

CAPÍTULO 78

En el coche, él me tumba de espaldas y me quita los zapatos, acunando mis pies en su regazo con manos cálidas y sensuales, masajeándolos suavemente, evitando la conversación o el contacto visual. Apoyo mi cabeza contra la puerta para detener el mundo que gira.

Sus manos se sienten exquisitas en mis ...