Read with BonusRead with Bonus

CAPÍTULO 384

Rodeo su coche y me apresuro a entrar, inhalando profundamente para calmar mis nervios alterados. Me deslizo y me pongo el cinturón mientras él guarda mis maletas en la parte trasera y luego se une a mí dentro. Me mira por un segundo, con un atisbo de desconcierto absoluto, antes de arrancar el coch...