Read with BonusRead with Bonus

CAPÍTULO 288

¡Tu elección, Emma!

—¿No quieres que te cuide? —pregunta él con voz ronca, atónito y más que un poco herido. Levanto la vista y veo la expresión en su rostro, esa mirada de niño perdido, y me duele físicamente; un dolor agudo en el estómago que alimenta mi berrinche.

—¡Quiero que me arranques este...