Read with BonusRead with Bonus

CAPÍTULO 261

Más bien su cabeza de imbécil y sus hombros arrogantes. ¡Sé fuerte, Emma!

—Sí, lo hizo. No estaba segura de si debía decírtelo. Quería darle un pedazo de mi mente, si soy honesta. Me dio su número hace un tiempo cuando no podía comunicarme contigo en el trabajo y tuve que llamar a tu oficina princi...