Read with BonusRead with Bonus

CAPÍTULO 200

—A los dieciocho, no solo era buena defendiéndome a mí misma, sino también a ella. Los echaba a patadas con mi bate. Aprendí a usar mi ira de manera efectiva, tenía tanta, tanto odio dentro de mí. Seguía golpeando hasta que mis brazos dolían del esfuerzo... Rompí dos coches de sus novios para ahuyen...