Read with BonusRead with Bonus

CAPÍTULO 136

Él tampoco ha estado de humor para coqueteos o bromas divertidas. Si no fuera porque hay una sala llena de estirados a cinco pies de distancia a través de una puerta de vidrio, le habría lanzado mi bolígrafo directamente a la cara. ¡Y lo habría disfrutado!

En cambio, le doy una sonrisa empalagosa y...