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CAPÍTULO 114

No hablamos mientras conducimos; él sube el volumen del estéreo, indicando que no intentará hablar, y yo trato de relajarme en mi asiento. Al menos lo intento. Es difícil hacerlo cuando te lleva por acantilados sinuosos un maniático enfadado con un coche deportivo a su disposición.

Su mano tira de ...