Read with BonusRead with Bonus

CAPÍTULO 103

¡Dios, esto es una agonía!

—¿Emma?— Su voz, ronca y agotada, atrae mi mirada hacia él, y mi estómago se retuerce.

Supongo que eso responde a mi pregunta.

—Hola— sonrío insegura desde mi posición en la tumbona mientras él camina hacia mí con determinación; no duda y se desliza a mi lado, tumbándos...