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Dos condiciones

¡TIENES QUE ESTAR BROMEANDO!

¿Dueño a partes iguales de todo lo que poseía? ¡Eso es ridículo! ¿Por qué demonios haría eso?

Sólo el loco valenciano Aquiles sería capaz de responder a eso.

Con los ojos fruncidos, los labios apretados en señal de desagrado y la rabia corriendo caliente por mis venas...