Read with BonusRead with Bonus

¡Acrépito!

Dejé a un lado los papeles donde estaban impresos mis diseños y recogí mi teléfono después de que sonara por segunda vez. Una sonrisa se dibujó en mi rostro al ver la identificación del llamante.

—¿Te tomó una semana entera llamarme?

—¿Y a ti te tomó dos timbres contestar el teléfono?

Me reí. —Es...