Read with BonusRead with Bonus

Setenta y tres

Cuando recobré el conocimiento, mi visión estaba oscura y mis respiraciones eran cortas. Parpadeé para ajustarme a la luz en mi rostro y tomé una respiración profunda.

—¿Ginevra? —La voz de Julian desde el frente del coche era frenética y preocupada. Desesperada, incluso.

Mi cerebro se sentía nubl...