Read with BonusRead with Bonus

Doce

—¿Te llevo a casa? —pregunta Julián, tomando mi mano distraídamente y rozando mis nudillos con sus labios. Está distraído y no parece muy interesado en el acto, pero yo sí. Muerde suavemente la piel de mi muñeca. Grito. Él sonríe y luego la besa.

Son alrededor de las seis. Julián y yo terminamos pa...