Read with BonusRead with Bonus

Capitulo ochenta y cinco

"Bien, una hora". dijo Damien, besando mi frente y tirando de una manta sobre mí.

La dulzura del sueño fue muy corta. Casi al segundo de quedarme dormida sentí que Damián regresaba para despertarme.

"Isabel". Dijo severamente mientras me despertaba.

"Papi", gemí, intentando rodearlo con mis br...