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Capítulo cuarenta y seis

Raleigh

Lincoln no se mueve, su cuerpo entero está rígido, el dolor entre mis piernas comienza a disminuir lentamente mientras un nuevo tipo de dolor empieza a tomar su lugar. Moviendo mis caderas, empiezo a balancearme lentamente contra él, arrancándole un gemido de los labios mientras sus dedos s...