Read with BonusRead with Bonus

Capítulo 242 De ahora en adelante, soy solo tuyo

Sadie no tenía idea de cuánto tiempo había estado atada; sus extremidades se habían entumecido por la lucha, sus muñecas y tobillos ardían como si estuvieran en llamas, la tela casi cortando su carne.

Finalmente, dejó de luchar, conservando sus fuerzas. La casa estaba mortalmente silenciosa; los gu...