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Capítulo 734 Tu hija no está muerta

Mia frunció el ceño mientras miraba por la ventana, luego notó a Adeline, quien seguía profundamente absorta en su dibujo. Su voz estaba llena de preocupación.

—Pero parece muy herido. Su camisa blanca está completamente empapada de sangre.

La mano de Adeline se congeló a mitad de trazo.

Un momen...