Read with BonusRead with Bonus

Capítulo 402 Tú eres quien se hizo daño

Los ojos de Malcolm se suavizaron, y, como de costumbre, extendió la mano para acariciar la cabeza de Reese con una indulgencia inconfundible en su mirada. —Depende de ti, pero si hay algo mal, deberías decírmelo. No lo soportes sola.

—Está bien, lo entiendo, cariño.

Reese ahora se sentía muy feli...