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Capítulo 232 La perturbación

Malcolm, siempre la encarnación de la calma, había dominado el arte de la tranquilidad y perfeccionado su habilidad para ocultar sus emociones.

Los observadores veían a Malcolm y Reese de pie muy cerca, uno completamente absorto en el robot, el otro lanzando miradas anhelantes a su compañero. Perci...