Read with BonusRead with Bonus

Capítulo 229

Una tensión fugaz apretó los dedos de Quinn, cruzando por su mente la idea de que quizás Alexander también la había espiado.

—Relájate, no tengas miedo. No voy a hacer nada —le aseguró Alexander, con voz firme y calmada—. Después de todo, todavía estás herida.

Levantó suavemente el dobladillo del...