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Capítulo 212

Alexander no estaba de humor para conversar. Sin decir una palabra, agarró a uno de los sirvientes por el cuello y lo lanzó a un lado como si fuera un muñeco de trapo.

Agachándose rápidamente, interceptó la figura tambaleante de Quinn, acunándola en sus brazos.

El sirviente restante se quedó petri...