Read with BonusRead with Bonus

Capítulo 868 Merece una paliza

Abella acababa de estacionar frente a una mansión impresionante cuando su teléfono sonó. Era Phillipe.

—Hola, ¿qué tal?

—Visitando a una amiga. Se lastimó el pie.

—¿Quién es esa amiga? ¿La conozco?

—Una muy buena amiga. No la has conocido aún.

Abella levantó la vista y vio a Saskia salir cojean...