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Capítulo 303 Esto es solo el comienzo

A regañadientes, la señora Wilson contempló la determinación y las capacidades de Abella. Se mordió el labio y dijo:

—Me equivoqué. Nunca tuve la intención de hacerle daño. ¡¿Quién iba a saber que era tan frágil?!

Estas no eran las palabras que Abella quería escuchar.

Las reverencias continuaron,...