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Capítulo 20 La sospecha de Abella

En ese momento, María trajo un plato de frutas y dijo:

—Señorita Lola, ha estado ocupada toda la mañana. Debe tener sed. Coma algo de fruta.

Antes de que Lola pudiera agradecerle, María susurró:

—Señorita Lola, ¿podemos hablar un momento?

Lola levantó la vista y entendió naturalmente lo que quer...