Read with BonusRead with Bonus

Capítulo 21 — Límites, esclavitud

Jadeo, mis ojos se abren de par en par y luego, instantáneamente, como si se encendiera un interruptor, vuelvo en mí.

—¡Dios mío! —grito, poniendo mis manos contra su pecho y empujándolo—. ¡Dios mío, eres tan asqueroso!

Él se ríe, verdaderamente entretenido, pero no se mueve ante mis empujones. Desp...