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Lo siento

Althaia

—¡Kiara! —grité tras ella mientras corría una vez más hacia la casa del vecino. Había encontrado a Kiara sola cuando salí a dar un pequeño paseo por la calle. Apareció de la nada, corriendo hacia mí, y traté de mirar alrededor para ver si pertenecía a alguien, pero resultó ser solo una ...