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Iglesia

Althaia

—¡Me lo prometiste, Althaia! —Cara me miró con el ceño fruncido.

—¡Yo no dije tal cosa!

—¡Sí, lo hiciste! ¿Recuerdas cuando salimos a desayunar y te dije que necesitaba ayuda para planear la boda, y tú me dijiste que estarías encantada de ayudarme, ya que te quedarías aquí por un tie...