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La quiero

—Señor Anderson, creo que deberíamos revisar los currículums hoy —dijo la señora Gibson, o Gibby, como Liam la llamaba cariñosamente, sonriendo mientras él se subía al asiento trasero con ella. Ella era la asistente de su padre, pero cuando su viejo se jubiló hace dos años, la heredó junto con sus g...