Read with BonusRead with Bonus

Capítulo 32 La llamada de medianoche

Cecil me sostuvo y preguntó suavemente:

—¿Estás bien? ¿No te lastimaste, verdad?

—Estoy bien.

Me había torcido el tobillo, y dolía más de lo que pensaba. Cada paso enviaba un agudo dolor a través de mí.

Cecil frunció el ceño.

—¿Te duele mucho?

—No realmente.

Forcé una sonrisa y cojeé por las...